Las cefaleas cervicogénicas son una forma de dolor de cabeza secundario provocado por una disfunción de la columna cervical—normalmente en la parte superior de la columna cervical (articulación atlantooccipital) y los tres segmentos cervicales superiores (C1-3). Los síntomas y signos dominantes incluyen dolor unilateral en la cabeza y la parte superior del cuello, movimiento limitado del cuello, e incremento de los síntomas con ciertas posiciones del cuello y de la cabeza. Se estima que las cefaleas cervicogénicas afectan entre el 2% y el 4% de la población; sin embargo, entre los pacientes con cefaleas crónicas, la prevalencia supera el 20%.
Las pautas de tratamiento clínico incluyen el uso de la terapia manual como primera opción de tratamiento para el manejo de pacientes con cefaleas cervicogénicas, aunque no se han hecho recomendaciones específicas sobre qué tipo de terapia manual es más eficaz. Los quiroprácticos realizan terapias manuales más que cualquier otra profesión, incluida la manipulación (con empuje) y la movilización (sin empuje) con el objetivo de restaurar el movimiento y reducir el dolor y la discapacidad. Algunos estudios han favorecido la movilización sobre la manipulación para mejorar la intensidad, frecuencia y duración del dolor de cabeza, mientras que otros han llegado a la conclusión opuesta. Dado que el caso de cada paciente es único, la decisión sobre qué tipo de terapia manual emplear debe basarse en el criterio del médico.
En última instancia, el tratamiento incluirá probablemente varias terapias manuales y abordará problemas musculoesqueléticos más allá de la columna cervical que puedan estar contribuyendo a su dolencia principal. Dichos problemas pueden incluir trastornos temporomandibulares, síndrome cruzado superior, postura de la cabeza adelantada, o trastornos musculoesqueléticos que afectan la columna torácica y la escápula. Además de las terapias manuales, también se ha demostrado que los ejercicios específicos para el cuello benefician al paciente con cefalea cervicogénica, aunque, al igual que ocurre con las terapias manuales, la decisión sobre qué ejercicios específicos utilizar a menudo queda en manos del proveedor de atención médica.
Curiosamente, los investigadores han observado que la disfunción en el cuello también puede influir en otras formas de dolor de cabeza. Por ejemplo, una revisión sistemática de 13 estudios publicada en 2022 concluyó que las técnicas de movilización, la terapia de puntos gatillo, el drenaje linfático manual, los masajes y las técnicas de estiramiento benefician a los pacientes con migraña—sobre todo cuando se utilizan de forma combinada. Por lo tanto, si usted sufre de dolores de cabeza y su plan de tratamiento actual no le brinda el alivio que espera, considere consultar con un médico quiropráctico para ver si las terapias manuales aplicadas en la región de la columna cervical puede ser de beneficio.