Cuando se trata de controlar una afección lumbar, el objetivo del tratamiento quiropráctico es que el paciente regrese a sus actividades diarias normales lo antes posible. Esto no solo significa abordar el dolor lumbar, sino también la discapacidad lumbar, incluido el control postural deficiente y la estabilidad espinal reducida, que puede manifestarse en un sentido de posición reducido, un mayor balanceo postural y un equilibrio deficiente.
El control del movimiento y la estabilidad de la columna están controlados por los músculos profundos, los músculos superficiales y el sistema nervioso que envía información hacia y desde el cerebro. La disfunción en CUALQUIERA de estos puede resultar en inestabilidad de la columna lumbar.
Para complicar las cosas, cuando una lesión está presente, el cuerpo alterará sus patrones neuromotores como un mecanismo de protección. Sin embargo, esto puede llevar a que algunos músculos se sobrecarguen de trabajo, mientras que otros pueden perder su condición física. Si no se atiende, otras afecciones musculoesqueléticas pueden originarse en partes cercanas del cuerpo, lo que explica por qué los pacientes a menudo se presentan con múltiples quejas aparentemente no relacionadas.
Además de las terapias manuales, como la manipulación y la movilización para restaurar el movimiento articular adecuado, el tratamiento para el dolor de espalda baja también puede incluir ejercicios de estabilización/fortalecimiento del núcleo y ejercicios de equilibrio.
Para el fortalecimiento abdominal, un ejercicio que funciona bien es el spine-sparing sit-up (abdominales controlados para preservar la columna). Coloque las manos detrás, en la parte inferior de la espalda, para evitar el aplanamiento de la curva lumbar, levante la cabeza y el pecho como una unidad a unos centímetros del suelo, mantenga durante diez segundos, y repita según lo tolere (cinco a diez repeticiones para empezar).
Para fortalecer los costados, pruebe con un puente lateral o una plancha lateral (desde los pies o desde las rodillas), manteniendo durante diez segundos y repitiendo según lo tolere.
Para fortalecer la espalda, pruebe la plancha frontal. Descanse sobre sus antebrazos en una posición de flexión durante diez segundos y repita según lo tolere. El bird dog (perro de caza) es otro buen ejercicio. Arrodíllate sobre tus manos y rodillas, levanta el brazo y la pierna opuestos sin girar el tronco, y mantente así durante diez segundos, repite con el otro brazo/pierna.
Para mejorar el equilibrio, párese sobre una pierna con los ojos abiertos o cerrados (si puede) el mayor tiempo posible. Esto estimula el sistema neuromotor. Tenga cuidado y hágalo en una esquina para evitar caídas.
Haga de estos ejercicios un hábito. ¡La consistencia ayudará a mejorar la función de la espalda baja y reducirá el riesgo de un episodio futuro de dolor lumbar!